¿Por qué no eres una niña normal?
¿Por qué no eres una niña normal?
Por Lic. Mayra García
El título de este artículo, expresión que escuché en una
de mis aulas de clase, me motivó a investigar en internet el origen de este
término. Me encontraba en mi aula de clase cuando me di cuenta que
algo estaba pasando con una jovencita que
siempre respondía a las interrogantes de la clase, opinaba con veracidad
y claridad, emitía juicios muy centrados, era la excepción en el grupo, hasta que de pronto comencé a notar que
estaba inhibida, la habían aislado totalmente y se burlaban de ella cuando
participaba y así transcurrió el tiempo
y un día aproveché que ella no había
asistido a clases y conversé con sus compañeros(as) y les pregunté, ¿qué le
pasaba a Ivón?, a lo que ellos me respondieron: “Es que ella no es una niña
normal” , me sorprendió la respuesta y pregunté ¿por qué? Aduciendo
que era anormal porque todo lo sabía, era responsable, disciplinada,
estudiosa, respetuosa, cristiana, etc.
Mi concepción sobre los valores comenzó a inquietarme y
entraron en crisis, porque me puse a pensar ¿qué era lo normal en la actualidad?.
Yo les di mi discurso sobre los valores
y casi les impuse mis ideas, pero quedé insatisfecha, porque no era posible que
no supiera de dónde provenía esa influencia a la que no me atrevo a llamar
negativa, puesto que si le atrae a los jóvenes es porque hay carencia de algo.
Siempre he creído que hay una motivación que empuja a estos hacia determinada
actitud y que los adultos estamos muy lejos de conocer sus intereses y
necesidades por el afán de
imponer sin argumentaciones lo que consideramos que es lo mejor para ellos(as) y lo peor aún, no nos gusta
tomarnos la molestia de persuadir, de concientizar, porque es tarea ardua. Imponer
es más fácil, pero menos eficaz. Se obedece, se cambia de actitud, pero sin
conciencia de la necesidad de hacerlo y esto realmente no educa.
¿De dónde proviene el término? De una serie de televisión
mexicana titulada “La familia peluche”,
ya ustedes seguramente lo sabían, pero
yo no. Fue hasta que la escuché en mi aula de clases y me mandó a indagar.
Comprendí de la necesidad de estar actualizados(as), no solamente en
herramientas tecnológicas para el aprendizaje, sino en todo aquello que tiene
que ver con la influencia en el comportamiento de los seres humanos: música,
moda, programas televisivos, películas, dibujos animados, play station, etc., no con la finalidad de transformar conductas,
porque sería caer en el conductismo, sino entrar en el mundo de los y las
jóvenes y demostrarles que nos interesamos por lo que les atrae y hacerles
sentir que nos gusta también, sin omitir los perjuicios futuros, por ejemplo. Los tatuajes son bonitos, pero cuando te presentes a un trabajo
¿cómo te los vas a cubrir?, o cuando crezcan tus hijos y te pregunten, ¿qué les
vas a decir?. La música rock es
interesante, pero escucha eso que dice, es negativo, te insta a ser mala
persona, etc.
Finalizo con
esta frase de Spencer, Herbert: "El objeto de la educación es formar seres aptos para gobernarse
a sí mismos, y no para ser gobernados por los demás."
Managua, febrero 28,
2014.
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