CLAMOR DE ESPERANZA
¡Cómo me duele Nicaragua,
mirar a los ruinseñores,
panzones y de corbatas,
en los grandes restoranes!
¡Cómo me duele Nicaragua,
que exista tanta miseria
entre todos tus hogares!
Desgarra mis entrañas
tantos niños desnutridos,
tantos enfermos de la mente
que deambulan por las calles
esperando tu clemencia.
Mis sienes se desorbitan
cuando miro a tus hijitos,
lavando carros y vendiendo chicltes,
para ganar el sustento,
del pan nuestro de cada día.
Nicaragua, tú que has parido tantos hijos,
y conoces el dolor del parto,
así es lo que yo siento
cuando escucho a los demagogos
decir que luchan por la pobreza
¡Qué blasfemia patria mía!
Nicaragua, por qué Dios
nos ha abandonado
dejándonos a la intemperie,
haciendo un mal racionamiento
de todas tus riquezas,
dándoselas a unos pocos.
Señor, yo no niego tu existencia,
pero reclamo tu clemencia,
con tus pobres corderillos,
que estamos abandonados.
Maygar
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