MADRE
De que me sirve llorar
ahora que no te tengo.
De qué me sirve el lamento
que en mi corazón, por ti siento
si los días que te tuve,
tus lágrimas no contuve
y tu dolor aumenté
con mis incomprensiones.
Fui arrogante y caprichosa
y tú, sencilla y amorosa.
con tus manos candorosas
acariciabas mi rostro
sin yo haberlo merecido.
Ahora que no te tengo
de qué me sirven mis lágrimas,
si tu cuerpo inerte yace
en un sepulcro desolado.
A Dios le pido consuelo
y perdone mis desdenes
por no haberte dado, madrecita,
el amor que tú anhelabas.
Maygar
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